Ya sea una aventura de una noche o una relación a largo plazo, la infidelidad ha sido la ruina de muchas relaciones.
Pero los científicos dicen que hay más de una manera en la que alguien puede ser infiel a su pareja.
En un análisis de más de 300 estudios, investigadores de la Universidad Stony Brook encontraron tres formas distintas de infidelidad, la mayoría de las cuales no implican ninguna actividad sexual.
Además del sexo, los infieles pueden ser culpables de “infidelidad electrónica” al tener relaciones sexuales o participar en relaciones en línea.
Las parejas también pueden engañar al formar vínculos emocionales profundos con alguien fuera de su relación.
Se descubrió que esta forma de adulterio era incluso más común que la infidelidad sexual: el 35 por ciento de los hombres y el 30 por ciento de las mujeres admitieron haber cometido "infidelidad romántica".
Los investigadores advierten que esto podría llevar a una situación en la que las parejas tengan ideas muy diferentes sobre lo que se considera infidelidad.
El autor principal, el Dr. Benjamin, afirma: "Para la persona promedio, esto resalta la importancia de una comunicación clara en las relaciones románticas sobre los límites y las expectativas de exclusividad".
INFIdelidad ROMÁNTICA: Dave Grohl (derecha) admitió recientemente haber engañado a su esposa Jordyn Blum (izquierda) y haber tenido un hijo secreto con otra mujer. Los investigadores afirman que establecer relaciones emocionales profundas con alguien que no es la pareja es una forma común y particularmente dañina de infidelidad, que no siempre implica ningún comportamiento sexual.
Por más simple que parezca hacer trampa, los científicos han descubierto que las definiciones y los significados de hacer trampa pueden variar enormemente.
En un metaanálisis de investigaciones sobre el tema de la infidelidad, los investigadores recopilaron 305 artículos diferentes que contenían datos sobre las tasas de infidelidad.
El conjunto de datos resultante contenía entrevistas y encuestas con más de 500.000 personas y proporcionó nueva perspectiva sobre las diferentes formas de fraude.
De los encuestados, el 25 por ciento de los hombres y el 14 por ciento de las mujeres admitieron haber sido infieles sexualmente.
Sin embargo, el Dr. Warach y sus colegas, en su artículo publicado en Personal Relationships, escriben: “Las formas de infidelidad que involucran componentes no sexuales son al menos tan frecuentes, si no más, que la infidelidad de naturaleza puramente sexual”.
El acoso cibernético, que incluye conductas como el coqueteo en línea o la participación en chats sexuales a través de Internet, fue admitido por el 23 por ciento de los hombres y el 14 por ciento de las mujeres.
Según el estudio, esto se ha vuelto más común en los últimos años a medida que el uso de las redes sociales y las tecnologías digitales se ha generalizado.
Asimismo, el doble de mujeres admitieron haber sido infieles románticamente que haber tenido una relación sexual con alguien que no era su pareja.
INFIdelidad SEXUAL: Kevin Hart (derecha) admitió haber tenido relaciones sexuales con otra mujer mientras su esposa Eniko Parrish Hart (izquierda) estaba embarazada. La actividad sexual fuera de la relación es la forma de infidelidad más conocida y mejor estudiada, pero los investigadores dicen que puede no ser la más común.
A pesar de lo comunes que eran estas formas de adulterio, también eran las más ignoradas por los investigadores.
Sólo el 9,5 por ciento de los estudios incluidos en el metanálisis abordaron la infidelidad emocional, mientras que la infidelidad electrónica apareció sólo en el 5,6 por ciento.
Lo que hace que esto sea especialmente problemático es que la infidelidad digital y emocional puede ser tan dañina, si no más, que las formas sexuales de infidelidad.
Los investigadores señalan que una pareja puede sentirse más traicionada cuando descubre que su pareja tiene una relación romántica de largo plazo que si se entera de una indiscreción momentánea.
Sin embargo, los datos recogidos en este análisis también muestran una sorprendente falta de tabúes en torno a las formas no sexuales de engaño.
Investigaciones anteriores muestran que las personas son más propensas a admitir una infidelidad cuando son anónimas que durante entrevistas cara a cara o telefónicas.
Sin embargo, cuando se habla de infidelidad romántica, no hay diferencia entre los métodos anónimos y personales.
Los investigadores escriben: “Esta falta de hallazgos sobre la infidelidad emocional es consistente con las investigaciones que sugieren que está menos estigmatizada que la infidelidad sexual”.
ENGAÑO ELECTRÓNICO: El exfutbolista y presentador de BBC Sport Jermaine Jenas (izquierda) admitió haber enviado mensajes de texto inapropiados a mujeres de la BBC mientras estaba casado con Ellie Penfold (derecha). Esta forma de engaño se ha vuelto más común debido al auge de las redes sociales y puede incluir coqueteo en línea, participar en chats sexuales o compartir imágenes explícitas.
Combinado con una falta de comunicación sobre lo que se considera infidelidad, esto puede llevar a serios problemas en la relación.
En declaraciones a PsyPost, el Dr. Warach dice: 'Las investigaciones han demostrado anteriormente que los individuos tienen percepciones muy diferentes del significado de estos términos.
“Lo que una persona considera 'infidelidad' puede ser diferente a lo que entiende su pareja.
Sin embargo, el problema de definir la traición No sólo afecta socios en sus relaciones, sino también científicos que intentan comprender la psicología del engaño.
De las 305 cartas estudiadas, alrededor del 30 por ciento utilizaba términos extremadamente vagos como "engañado" o "ha sido infiel".
Esto no deja claro si la infidelidad en cuestión fue de naturaleza sexual, electrónica o emocional.
El Dr. Warach concluye: 'Nuestro estudio muestra que las definiciones y los métodos de medición inconsistentes contribuyen a la confusión sobre la prevalencia de la infidelidad romántica en la literatura de investigación.
“Este es un gran problema para nuestro campo de investigación”.
